Ha tenido lugar en la sede de la Comisión Nacional de la Energía (C/Alcalá 47) la toma de posesión del cargo del nuevo presidente del organismo, D. Albero Lafuente, y de los cuatro nuevos consejeros, Dª Marina Serrano, D. José María Guinart, Dª Teresa Baquedano y D. Juan Antonio Batalla, que se suman a Dª Idoia Zenarrutzabeitia Beldarrain y D. Tomás Gómez San Román, nombrados en el mes de mayo.
En los actos protocolarios de toma de posesión, los medios de comunicación, pasan lista de los ausentes y presentes como el mejor medio de valorar la aceptación y posible problemática que representan los nombrados.
El sector energético español tiene ante sí un importante reto como es el de contribuir a implementar una nueva estrategia energética cara al año 2020 que está bien definida a nivel de la UE y todavía es débil a nivel de nuestro estado central y autonómico.
Una de las ausencias que me gustaría destacar por su importancia en todo lo que debería acontecer es la de los Consumidores, para la UE son los auténticos protagonistas, bueno es recordar, sobre este punto, la valoración que el Comité de Regiones hace sobre el denominado “tercer paquete legislativo”, dice:
- hace hincapié en que el consumidor debe estar en el centro de todas las reflexiones sobre la liberalización de la energía;
- es, por este motivo, favorable a la adopción de medidas adicionales en materia de desagregación en el plano del transporte;
- acoge positivamente que el paquete legislativo proponga alcanzar la plena realización del mercado interior de la energía gracias a medidas legislativas suplementarias destinadas a garantizar a los nuevos agentes del mercado un acceso no discriminatorio a las redes de transporte –y que, por tanto, favorecen la competencia–, mejorar la coordinación entre los reguladores y los GRT, favorecer las inversiones en la producción de electricidad y las redes y aumentar la transparencia de mercado;
- pide a la Comisión que evite la concentración de los mercados y favorezca la pluralidad de los operadores privados y públicos por medio de las medidas apropiadas. Los Estados miembros que lo deseen deberán poder optar por no aplicar las normas de desagregación jurídica de los gestores de redes de distribución a las empresas de electricidad integradas que abastezcan a menos de 100 000 clientes conectados o a pequeñas redes aisladas;
- desea que se fomente la producción de energía local y regional basada en fuentes de energía renovables, que se adecuan a las condiciones medioambientales del territorio en cuestión al mismo tiempo que reducen los gastos de transporte de energía y las emisiones en el conjunto de la UE. Por ello, es necesario fomentar la elaboración de planes energéticos específicos a nivel regional, debidamente coordinados e integrados en los marcos nacional y comunitario.
Es de esperar que una vez que hayan trascurrido el tiempo lógico de toma de contacto con la situación que encuentran, los nuevos consejeros y presidente, hagan suyo los principios enunciados desde Europa y por ende apoyar el desarrollo de las ESE(s) para la consecución de los mismos.
Otra de las usencias, que aun siendo de un calado muy inferior que la anterior, merece ser destacada pero en este caso en positivo es la del actual Presidente de REE y si es debida por razones de carácter técnico merece la pena ser tenida en cuenta, no hay que olvidar que a los consumidores eléctricos la gestión del ausente les cuesta nada menos que la friolera de 1.500 millones de euros al año, ocho años de gestión han sido 12.000 millones de euros aproximadamente, gestionados en el mejor de los caso para los accionistas y sin ningún control por parte de los representantes de los consumidores.
Hay que desear toda clase de éxitos al Nuevo Consejo de la CNE y que consigan ser por sus hechos en un órgano permanente y no interino como ha sido amenazado.
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