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viernes, 8 de enero de 2016

SERVICIOS ENERGETICOS: La Reforma del Sistema Eléctrico no pasa por la Nacionalización

SERVICIOS ENERGETICOS: La Reforma del Sistema Eléctrico no pasa por la Nacionalización

La Reforma del Sistema Eléctrico no pasa por la Nacionalización

Venimos de una reforma del sistema eléctrico (SE) que no sirve para el objetivo de desmembrar el Oligopolio existente y hacer del sistema eléctrico un servicio de interés económico general.
Baste recordar que el mismo día de diciembre del 2013 en el que se estaba aprobando la ley 24/2013 del SE, actualmente en vigor, se producía la última subasta CESUR que fue fruto, tal como ha concluido la CNMC, de una manipulación del mercado mayorista por una de las empresas del Oligopolio.

Liberalización y Oligopolio son dos términos antagónicos, mientras exista poder de mercado ejercido desde una estructura oligopolista, tal como es la asociación UNESA, difícilmente, como se viene demostrando reiteradamente, se conseguirá liberalizar el sector.
También es cierto, que toda etapa tiene un final, y este final se puede gestionar de dos formas, la primera sería rupturista, o bien, mediante una transición hacia un nuevo modelo, la primera, se podría plantear con la nacionalización de parte del sector que quebraría el modelo europeo, basado en un sector competitivo y liberalizado, la segunda, sería aplicar de forma drástica la normativa europea para conseguir un sector europeo en defensa del interés general.

En el contexto anterior, merece ser tenido en cuenta las propuestas programáticas de los partidos cuando van en línea de conseguir un sistema eléctrico que sirva a los intereses generales y sea parte del Proyecto de País que se quiere desarrollar.

En el contexto europeo de sus directivas, se encuentra la DIRECTIVA 2009/72/CE en el que hay un punto de fácil aplicación e inmediato cambio en nuestro sistema eléctrico que dirigiría al país hacia metas de importantes desarrollos económicos. Punto que ya ha sido detectado por algún agente político que lo ha introducido en su programa y, que, sin duda, es fruto de un conocimiento profundo de la situación actual y del cambio que es necesario aplicar en el SE.
Lo anterior se puede concretar con dos textos legales, el español de la reciente ley 24/2013 del SE y, por otra parte, la directiva europea   DIRECTIVA 2009/72/CE. Veamos:

DIRECTIVA 2009/72/CE
Artículo 24 Designación de gestores de redes de distribución.
Los Estados miembros designarán o pedirán a las empresas propietarias o encargadas de las redes de distribución que designen, por un período de tiempo que determinarán los Estados miembros en función de criterios de eficiencia y de equilibrio econó­mico, uno o varios gestores de redes de distribución. Los Estados miembros velarán por que los gestores de redes de distribución procedan con arreglo a lo dispuesto en los artículos 25, 26 y 27

Ley 24/2013 del Sector Eléctrico
Los distribuidores serán los gestores de las redes de distribución que operen. En aquellas Comunidades Autónomas donde exista más de un gestor de la red de distribución, la Comunidad Autónoma, en el ámbito de sus competencias, podrá realizar funciones de coordinación de la actividad que desarrollen los diferentes gestores.

PROGRAMA ELECTORAL
Establecimiento de controles efectivos que impidan prácticas oligopólicas en el sistema eléctrico
Estableceremos controles efectivos para impedir prácticas oligopólicas en el sistema eléctrico, incluida la integración vertical. En particular, se estudiará la posibilidad de separar la propiedad y la gestión de las redes de distribución.


RESUMEN

Como queda de manifiesto, la directiva europea contempla que los Estados podrán designar a los gestores de las redes de distribución, la ley española designa como gestores a los propietarios de las redes de distribución, por otra parte, el programa de un partido ya plantea la posibilidad de separación de la gestión de la propiedad de esas redes, en principio como lucha contra el oligopolio, pero en realidad es la plataforma de un nuevo modelo para el sistema eléctrico, acorde a las necesidades actuales y futuras de nuestro sistema productivo.

Una parte importante de la transición hacia un nuevo modelo energético se desarrollará por el cambio tecnológico de la red de distribución de una parte y de otra por una gestión orientada al objetivo de una generación distribuida, sobre la base de energías limpias que contribuyan a la mitigación del cambio climático y al empoderamiento de los ciudadanos en su doble vertiente de consumidor/productor de energía.

El cambio de agente en la gestión de las redes de distribución para transformarlas en redes de distribución inteligentes en servicio de los intereses generales y en impulsar la denominada economía verde, llamada a ser la mejor herramienta de lucha contra el cambio climático y de ser parte del Proyecto de País que se necesita.

Al hacer que la red de distribución sea gestionada por un organismo autónomo adscrito a un territorio o autonomía, se podrá conseguir que el resto de elementos de la cadena de valor del sistema: generación, transporte y comercialización, sean subordinados. Esta visión del sistema es concordante con la estrategia energética de Europa y, también, concuerda con un nuevo sistema eléctrico desligado del actual oligopolio, reforma, por otra parte, fácilmente realizable y con costes mínimos para el interés general.