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martes, 26 de julio de 2011

ALEMANIA, ESPAÑA Y LA NUEVA ARQUITECTURA ENERGETICA


 El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, escribía un artículo en un diario español, el pasado 24/07/2011, resaltando los puntos más sobresalientes de su estrategia para una nueva arquitectura energética e invitando a sus socios a mantener una cooperación estrecha y constructiva para aprovechar las oportunidades.

Alemania decidió este año el abandono de la energía nuclear a partir del año 2022, hasta marzo de 2011 las 17 centrales nucleares alemanas generaban el 22% de la electricidad. Tras el cierre de ocho centrales de ese mismo mes, el porcentaje de las nueve restantes se sitúa aproximadamente en el 15%.

España cuenta con siete centrales nucleares, cinco emplazamientos y siete reactores, hasta marzo de 2011, generaron el 19,91% del total de energía, se ha decidido el cierre de una de las centrales a partir del año 2013 y está pendiente de decisión la vida del resto de centrales nucleares.

En Alemania la decisión tomada cuenta con un respaldo social mayoritario y existe un amplio consenso democrático sobre la viabilidad tecnológica, estratégica y económica, sobre la reorientación de la política energética.

En España, después de más de un año de trabajos en una subcomisión del Congreso, se elaboró un documento que no abordó el tema nuclear, posponiendo el debate por no influir en el horizonte del año 2020, en cualquier caso, es bien conocido, la inexistencia de un consenso en los partidos mayoritarios ni tan siquiera una postura definida y clara por parte de cada uno de ellos, el debate a nivel popular se hurtó a la sociedad al celebrarse las sesiones de trabajo y las comparecencias de diferentes expertos a “puerta cerrada”

En 2010, Alemania generó el 17% de su electricidad a partir de energías renovables. En 2020 está previsto alcanzar el 35% y en 2030 el 50%. Para asegurar el abastecimiento propio, el Gobierno Federal invierte más que nunca en tres instrumentos centrales: la expansión de las redes, la expansión de las energías renovables y el incremento de la eficiencia energética.

En 2010, España generó el 32.34% de su electricidad a partir de energías renovables. En 2020 está previsto alcanzar el 38% y en el 2030 el (¿?)%. Está en elaboración la denominada planificación indicativa, los planes de: energías renovables y eficiencia energética.

En Alemania, las energías renovables ya están creando muchos puestos de trabajo. El cambio energético no tendrá repercusiones negativas para la capacidad económica, el medio ambiente, ni los vecinos, sino que abre el horizonte a una economía energética eficiente, sostenible económica y segura.

En España, las energías renovables pasan una crisis en cuanto a su expansión, creación de puestos de trabajo y viabilidad económica. No se plantean objetivos de mayor alcance que los mínimos definidos en la estrategia europea. El desarrollo de las energías renovables se enmarca en unos crecimientos discontinuos y claramente diferenciados con los expuestos por Alemania.

Siendo España uno de los principales socios de Alemania y considerándose como uno de los países más avanzados en la implantación de Energías Renovables, no vendría nada mal que se valorase la posición y los retos que el país amigo nos comunica y pide una estrecha colaboración, si no somos capaces de tener una nueva política energética, copiemos y sigamos la de los mejores, la Alemana es sin duda una de las mejores en muchos aspectos.


En España, podemos encontrar posturas similares, en lo referente a las energías renovables, a la de nuestro socio: Alemania, como es la de: Fundación Energías Renovables, en su conclusión sobre el análisis del PER 2011/2020 dice:

Frenar las renovables ahora es ir a contracorriente en un mundo que ha decidido avanzar más rápidamente hacia una energía más limpia, abundante y segura.

Las economías más importantes ya compiten por las renovables y España, que estaba en primera línea avanza hacia los puestos de cola. Los intereses del gas, del petróleo, del carbón o de la energía nuclear solo nos llevan al atraso de una economía basada en tecnologías del siglo pasado y en un modelo desigual y centralizado que solo pervive en la medida del poder fáctico que mantienen. El futuro es de la generación distribuida y de la gestión energética descentralizada y esa es la apuesta que se niega. Una decidida apuesta por la generación distribuida es la propuesta más importante para una estrategia energética sostenible.




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