La existencia de tres asociaciones de empresas que entre sus miembros se encuentran los denominados de: servicios energéticos, hacen reflexionar sobre sus orígenes, sus diferentes misiones y visiones y la posibilidad de convergencia entre las asociaciones. Habría que añadir a las anteriores uniones de empresas una cuarta entidad que es un registro, que tiene un nexo común con las empresas integrantes de las asociaciones, me refiero al registro existente en el IDAE para las empresas de servicios energéticos.
Posiblemente un estudio en detalle de los miembros que forman cada una de los cuatro entes citados, nos indicaría que cada una de las tres asociaciones son subconjuntos del formado por las empresas inscritas en el referido registro del IDAE.
Como bien es sabido, las tres asociaciones referidas anteriormente son:
AMI (asociación de empresas de mantenimiento integral y servicios energéticos)
“a3e” (asociación de empresas de eficiencia energética)
ANESE (asociación de empresas de servicios energéticos energéticos)
La fecha de constitución de cada asociación es de: 2000; 2009 y 2010 correspondiendo a: AMI, “a3e” y ANESE respectivamente, hay que indicar que la asociación: AMI, añadió recientemente a su nombre el de: servicios energéticos y, por lo tanto, todas se pueden considerar muy recientes en lo que respecta a las ESE(s).
Cabe resaltar la realización, por parte de la asociación “a3e”, de un estudio del mercado de eficiencia energética en España, con la participación, entre otros, de la consultora Deloitte y en el que se pone de manifiesto que entre los agentes de dicho mercado se encuentran las empresas de servicios de ahorro y eficiencia: organizaciones que proporcionan servicios relacionados con el consumo energético en las instalaciones de un usuario determinado. En este grupo se incluyen Empresas de Servicios Energéticos, Certificación Energética, auditoras energéticas, consultoras, verificadoras, etc.
La visión que da la asociación “a3e” del mercado en el que sus empresas asociadas prestan servicios y venden productos, queda definido mediante la denominación del mercado: “eficiencia energética” y la clasificación del tipo de empresas que lo constituyen. Esta visión entra en un cierto conflicto con la directiva 32/2006 de 5 de abril de 2006 sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos, considerada como referente en el sector energético, por su transcendencia en la consecución de la estrategia de la UE, denominada: “ 20-20-20 ”.
La directiva 2006/32 establece que su finalidad es fomentar la mejora rentable de la eficiencia del uso final de la energía en los Estados miembros:
Creando las condiciones para el desarrollo y el fomento de un mercado de servicios energéticos y para la aportación de otras medidas de mejora de la eficiencia energética destinadas a los consumidores finales.
Se trata, por lo tanto, según la directiva de poner en marcha y consolidar el denominado: mercado de servicios energéticos.
Lo anterior está en consonancia con la definición de empresa de servicios energéticos que da la propia directiva, al atribuir a esas empresas dos clases de servicios:
Los servicios energéticos
Los servicios de mejora de la eficiencia energética
Los primeros, los servicios energéticos, serían aquellos que están bajo la cobertura de un contrato de rendimiento de la energía y están de acuerdo a la conocida definición de servicios energéticos que incluye la directiva.
Los segundos, los servicios de mejora de la eficiencia energética, pueden estar en consonancia con los referenciados en el estudio patrocinado por la asociación “a3e”
En la medida que la asociación ANESE suscriba su visión y misión a La Directiva 2006/32 y por lo tanto a los objetivos marcados en el PAEE 2011-2020, sus empresas se vincularían a dos tipos de servicios diferenciados: los servicios energéticos y los servicios de mejora de eficiencia energética, enmarcados en el objetivo de conseguir una mejora rentable de la eficiencia energética del consumo final.
AMI, es la asociación que mayoritariamente está formada por filiales de las grandes constructoras y con un peso específico muy importante en contratos con la administración y en concreto en las actividades de operación, mantenimiento y garantía de las instalaciones de los edificios utilizados por las diferentes administraciones y, por lo tanto, sus asociadas presentan un sesgo diferenciado con las empresas que integran: ANESE y “a3e”.
De lo anterior, podemos resumir, que cada asociación parece presentar, cara al sector, una forma de definir y segmentar el mercado y también de la clasificación de las empresas involucradas en el mismo, todo indica que las asociaciones vienen referenciadas por un cierto hacer anterior al que se le añade la nueva actividad de servicios energéticos, salvo para la asociación ANESE que por su más reciente creación y el que sus actuales y futuros miembros estarán más ajustados al paraguas de la directiva 2006/32 y seguramente de la próxima directiva que se ha anunciado su publicación para finales del año próximo.