El reciente informe publicado por
Bruselas sobre España, Informe sobre España 2015, {COM(2015) 85 final} analiza el seguimiento sobre el grado de cumplimiento
por España de la estrategia energética 20/20/20 , por su importancia, trascribo
lo referente a dicho tema:
- Objetivo nacional de emisiones de gases de efecto invernadero: en 2020, un 10 % por debajo de los niveles de 2005 en los sectores no incluidos en el RCDE (reducción certificada de emisiones)
Según las últimas proyecciones nacionales
presentadas a la Comisión y teniendo en cuenta las medidas existentes, se prevé
que el objetivo no será alcanzado, puesto que en 2020 se registrará un -2 % en
comparación con 2005 (es decir, un déficit de 8 puntos porcentuales)
- .Objetivo de energías renovables fijado en el PNR de 2013: 20 %
El porcentaje de energías
renovables en el consumo final bruto de energía en 2011, 2012 y 2013 fue, respectivamente,
del 13,2 %, el 14,3 % y el 15,5 % (Eur'Observ’ER). España ha avanzado
adecuadamente en el aumento de dicho porcentaje, pero debido a los recientes cambios
políticos existe el riesgo de que el objetivo de 2020 no se alcance.
- Eficiencia energética: el objetivo para España en 2020 es consumir 121,6 Mtep de energía primaria (82,9 Mtep en términos de consumo final de energía)
El consumo de energía final y
primaria se ha reducido en el período 2012-2015 y España está en vías de alcanzar
su objetivo nacional de eficiencia energética. Sin embargo, existen riesgos cuando
se recupere el crecimiento económico.
Por otra parte, se hace en el
mismo informe un análisis sobre lo que representa el nivel de dependencia de
nuestra energía, trascribo:
La elevada dependencia de España
de fuentes de energía importadas incide significativamente en su cuenta corriente.
En 2012, España importó el 73 % de sus fuentes de energía, pero la seguridad de
suministro energético del país está mitigada por una buena diversificación de
la combinación energética y la amplia serie de países de los que España importa
combustible. El petróleo, que es totalmente importado, representa la mayor
fuente de energía utilizada en España (42 % del consumo interior bruto), lo que
refleja un porcentaje muy elevado de transporte por carretera en la distribución
modal. En 2013, el déficit de los intercambios energéticos ascendió al 3,4 %
del PIB, cifra superior a la media de la UE. La elevada proporción que los
productos energéticos representan en el comercio expone a España a las
perturbaciones de los precios energéticos, si bien la significativa mejora del consumo
energético primario y final registrada en los últimos años ha contribuido a
reducir su dependencia energética. Según los últimos datos disponibles, España
está en vías de alcanzar sus objetivos nacionales en materia de eficiencia energética
y energías renovables, si bien se prevén riesgos, a medida que el crecimiento
económico repunte.