En un principio, el Consejo de
marzo se presentaba, en lo referente a la energía, con, al menos, dos cometidos: el primero, fijar los objetivos de la estrategia energética para el
periodo 2020-2030 y, el segundo, la actual crisis en Ucrania que incide en la
seguridad de suministro y, por lo tanto, en la dependencia europea respecto a
la energía.
Con respecto a Ucrania se ha
firmado, durante la celebración del Consejo, de un acuerdo de asociación y de condena
a la posición adoptada por Rusia.
En relación con el primero de los
temas, el comunicado emitido al finalizar el Consejo dice entre otras cosas las
siguientes:
Se ha mantenido un primer debate
de orientación sobre el marco para el clima y la energía en el período
2020-2030 y se acordó el camino a seguir. Subrayó la importancia del vínculo entre
la Estrategia Europa 2020, la competitividad industrial y el clima y la
política energética.
Es decir, no se han tomado
decisiones finales sobre la fijación de los objetivos para el año 2030 y se ha
marcado una ruta con la elaboración de ciertos informes que ayuden a fijar posteriormente esos
objetivos.
LA RUTA FIJADA
La UE tomará su decisión, de acuerdo a los
planteamientos que resulten de la Cumbre del Clima de la ONU de septiembre 2014,
en el primer trimestre del año 2015.
El periodo 2020-2030 debería
basarse en los siguientes principios:
- Mejorar la coherencia entre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética y el uso de energías renovables y alcanzar los objetivos para 2030 de una manera rentable, con un Sistema de Comercio de Emisiones reformada jugando un papel central en este sentido.
- Desarrollar un marco de apoyo de la UE para avanzar en las energías renovables y garantizar la competitividad internacional;
- Garantizar la seguridad del suministro de energía para los hogares y las empresas a precios asequibles y precios competitivos;
- Proporcionar flexibilidad a los Estados miembros en cuanto a la forma en que contribuyen a los objetivos europeos a fin de reflejar las circunstancias nacionales y respetar su libertad de determinar su mix de energía.
JUNIO 2014
El Consejo Europeo pide a la
Comisión que realice un estudio en profundidad de la seguridad energética de la
UE y que presente en junio de 2014 un plan integral para la reducción de la
dependencia energética. El plan debe reflejar el hecho de que la UE necesita
para acelerar aún más la diversificación de su abastecimiento energético,
aumentar su poder de negociación y la eficiencia energética, continuar
desarrollando fuentes de energía autóctonas renovables y otras y coordinar el desarrollo
de la infraestructura para apoyar esta diversificación de una manera
sostenible, incluso mediante la materialización de las interconexiones.
Toda una declaración de
principios y una manera de ganar tiempo ante una crisis energética de alcance
no cierto y que ha pospuesto la toma de decisiones que se habían anunciado con
anterioridad a la celebración del Consejo Europeo.