El 19 de diciembre de 2013 marca
un hito en el sector eléctrico español, en efecto, coincidió esa fecha con la aprobación
de la nueva ley del sector y con la última subasta Cesur que se ha celebrado y
como consecuencia de la misma se ha establecido un nuevo procedimiento para
fijar los precios regulados del mercado minorista
Los dos hechos mencionados no
eran función uno del otro, en principio, eran totalmente independientes, la
nueva ley no había cambiado la situación existente en las subastas ni estas habían
cambiado su método de desarrollo.
Anteriormente al 19 de diciembre,
se venía produciendo un comportamiento muy alcista y volátil del mercado
diario, a priori nada justificaba ese comportamiento, ni por variaciones en
otros mercados que pudieran justificar las alzas, ni por causas sobrevenidas: eólicas,
hidráulicas u otras y si se apuntó
por el cambio de posición de la administración
en cuanto a su contribución en el reparto de los costes del déficit tarifario.
La renuncia de la administración a contribuir con 3.6000 M€./ en el año 2013,
motivaba la no anulación del déficit del año 2013 y lo que era más importante
un cambio radical en la estrategia que se había anunciado y comprometido, amén,
de un nuevo reparto de la deuda que generaba el déficit no previsto entre algunos
agentes.
El poder de mercado del
oligopolio eléctrico, así denominado
desde Bruselas, fue, según el ministro del ramo, lo que ocasiono el resultado
imposible de asumir de la subasta Cesur. Posteriormente la CNMC, indico que no había
habido ningún tipo de irregularidad en el desarrollo de la subasta y si
condiciones atípicas en el mercado diario, análisis obvio, el mercado de
futuros es una consecuencia del mercado diario, nunca al revés, así actúan los
agentes que se mueven en estos mercados especulativos.
Pues bien, una vez que se encontró
una salida a la obligada decisión de acabar con las subastas, se ha vuelto a
repetir el mismo error: el problema se encuentra en el mercado diario que no ha
conseguido tener un comportamiento aceptable, actúa en régimen de oligopolio y,
por tanto, no ha conseguido ser reflejo de un sector liberalizado.
El nuevo método utilizado para
fijar el precio de la energía en el mercado minorista eléctrico tiene un
subyacente el precio horario del mercado spot, es decir, su variación y nivel
es directamente proporcional a lo que ocurra en este mercado y, por lo tanto,
si este no es un mercado competitivo y, además, su estructura no refleja la
realidad de la generación actual, el nuevo sistema de fijación de las tarifas
arrastrara toda la problemática de ese mercado y lo que es más preocupantes que
situaciones como las de diciembre, todavía no aclaradas por la CNMC, se podrían
reproducir, y en ese caso tendría un coste para las rentas de las familias de difícil
asunción para ellas.
Resumiendo: si se repite la
misma jugada y esta sólo beneficia a una de las partes, en este caso a la
oferta, la otra parte, la demanda, es un convidado de piedra. La solución más rápida
pasa por crear nuevas competencias vía generación distribuida que pongan
sensatez en la defensa de los intereses de los demandantes de energía.
Como bien ha dicho el actual
Ministro, las tres grandes empresas obtienen en este irregular mercado los
beneficios necesarios para sus inversiones en mercados realmente competitivos, aunque
su publicidad trate de vendernos a los demandantes de este país que es
precisamente al revés, argumentación que cuanto menos define la irregularidad legal
que atravesamos en este sector. El déficit de tarifa es una consecuencia y, por
lo tanto, si se quiere eliminar, hay que actuar sobre la causa que lo origina.
Los precios que las cinco
empresas comercializadoras han enviado a la CNMC para ofrecer un precio fijo
anual a los consumidores minoristas, refleja la situación anterior y es a la
que no se ha querido dar una solución, es volver a un precio mayor que el que
se obtendría en las anteriores subastas, no es lo mismo cubrir tres meses que
un año y, además, ahora los precios se fijan por el oligopolio, curioso ¿no?
Cabe concluir que si ya estábamos mal con este nuevo parche todo indica que
hemos ido para atrás y esa no es la dirección que nos interesa a la mayoría de
los ciudadanos, la llamada de atención de la CNMC a los consumidores sobre este
precio anual es un síntoma más de una situación mal analizada y peor resuelta.